miércoles, 1 de marzo de 2017

El tiempo...





Son las 13:13 de la tarde del 21 de Febrero (vaya numerito...) y no me creo que esté sentada delante del ordenador...no del ordenador de siempre, si no del ordenador nuevo que me regalaron sus majestades los Reyes Magos y que aún no había SACADO DE LA CAJA... lo que leen... por qué? por el TIEMPO... ese amigo que a veces busco y que no encuentro...que parece que se esconde de mi.

El día 6 de enero abrí un último paquete sorprendida y a la vez llena de curiosidad...qué era esa dichosa caja? no me lo esperaba para nada. Es cierto que a mi portátil de trabajo (que tiene ya casi nueve añitos pero que ahí sigue) le doy uso de ordenador fijo de mesa en la consulta y los días que trabajo de casa, lo hago desde nuestro ordenador, el de la familia. Al contemplarlo delante de mi, mis ojos se abrieron cual rana delante de una suculenta mosca y entre lágrimas y carcajadas, cuál fue mi primera reacción? Enfadarme con mi compañero de camino!

-Estás loco? pero qué has hecho? si no lo necesito...si el mío aún tira...pero, cuánto te ha costado? ay madre mía...que somos una familia numerosa que sólo en comida gasta más que un psicólogo en Kleenex (jeje... y sé de lo que hablo!), estás mal de la chaveta... se puede devolver??
Tras esto le abracé fuerte y le di las GRACIAS por siempre sorprenderme, por sin yo saberlo y sin darme cuenta, casi leer mi mente...

-Tranquila, acéptalo...como tú bien dices, todo es correcto. Este regalo es para que puedas, cuando saques un ratito, escribir en el blog desde el sofá o desde la mesa de la cocina mientras preparas el almuerzo...este ordenador es para que cumplas ese sueño tuyo de escribir tu primer libro...-dijo él.

Me dejó sin palabras... casi sin reaccionar. Confusa, volví a cerrar la caja y lo guardé celosamente...como si alguien me lo fuera a arrebatar.

Quién me conoce, sabe que siempre he dicho que cuando posea un poco más de TIEMPO, le daré orden a todas las ideas locas, no tan locas, medio cuerdas, cuerdas enteras, que de toda la vida se han agolpado en mi cabecita y que le daría ese "orden" en forma de libro. Siempre he soñado que le pondría el punto y final, en una cabañita en medio del monte, escribiendo en frente de un gran ventanal por el que entrase una agradable y terapéutica luz...mientras observo a mi marido y a mis hijos jugar en un lago... (muy peliculero, lo sé! pero palabra de honor que lo visualizo así, tal cual...) Por las características de la ensoñación en concreto, parece que no es en mi isla, a no ser que sustituyamos lago por "charquito" o "calita" cambio que no me importaría para nada porque ADORO vivir aquí.

La realidad es que este post lo empecé un 21 de febrero a las 13:13 y a las 13:15 (dos minutos más tarde) salía corriendo a recoger a mis hijos mayores al cole, con el pequeñín a cuestas. Al volver a casa , cerré el ordenador, comí con ellos en familia y de nuevo volví corriendo al trabajo. No he vuelto a abrir "blogger" hasta hoy 28 de febrero.

Ahora que tengo alguna mañana libre y dos o tres tardes a la semana (sin contar los fines de semana) tengo menos TIEMPO que nunca... depende de para qué, claro! ese tiempo que se escurre como un duendecillo travieso, se lo dedico íntegramente a mi familia... lo hago desde dentro, lo necesito, lo deseo, me sana, me consuela, me hace inmensamente FELIZ! Ahora es su momento...aunque mucho me temo que siempre lo será... pero de otra manera.

No echo muchas cosas de menos de mi vida anterior (casi ya no recuerdo como era!)  Afortunadamente VIVÍ, viajé, reí a carcajadas, lloré, trasnoché, fluí, me enamoré, trabajé duro, muy duro... me caí y me levanté, disfruté de y con mi familia, me encontré en el camino con los mejores amigos del mundo (si mi cocina hablara...verdad chicas?) me equivoqué y a veces acerté y con todo eso, llegué al momento en el que estoy dónde no me puedo sentir más plena.

Actualmente sigo haciendo muchas cosas de las que acabo de mencionar... sigo VIVIENDO, viajando cuando se puede con tres piojitos a nuestras espaldas, río y lloro casi cada día, continúo trasnochando pero no por el mimo motivo 😉 y sigo enamorada de mi trabajo y ahora además de la bonita familia que hemos formado. Qué si me equivoco? Constantemente! Qué si me caigo? Por supuesto! Y también me levanto...una y otra vez.

Qué echo de menos de mi vida anterior? a parte de hacer más deporte, leer, leer y leer sin límite, sin mirar el reloj, sin enterarme que ha pasado la hora de comer... y también echo de menos escribir...siempre he escrito, me recuerdo escribiendo en el pequeño escritorio que me regalaron cuando hice la comunión, diarios, cartas de amor, cartas de desamor, felicitaciones con cualquier excusa o fecha señalada, libros (ahora los leo y me parto de la risa...) notitas... después llegaron los cuadernos "del bienestar emocional de Vanessa" (quien me conoce sabe de lo que hablo), las reflexiones, los cuentos, el blog...

De ahí que le pido a este amigo llamado TIEMPO, que me de tregua... que no corra tanto... que mis hijos crezcan a otra velocidad, que los besos duren más, que las arrugas y las canas sigan saliendo pero amablemente, que me enseñe a gestionarlo mejor, que yo suelo ser una alumna aplicada...que me susurre al oído cada día que lo importante es el AHORA, nada más... que me deje como estoy, que yo ya me las arreglo, pero que sí, que vaya un poco más lento... si nos reconciliamos con él, bailará a nuestro son!

A por ello familia, por mi parte, lo dicho, mi amigo el tiempo, seguro que me permite que me pase más por aquí, a que si majete? a ver si es verdad...

Gracias por continuar leyendo hasta aquí... por acompañarme... se les quiere!

Vanessa

2 comentarios:

  1. Te he echado de menos Vanesa. Lo maravillosamente bien que expresas tus sentimientos y tu manera de ver la vida.
    Seguiré acompañandote si el tiempo nos lo permite.
    Graciass ��

    Eva

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    Respuestas
    1. Querísisima Eve...no sé cómo agradecerte que siempre estés ahí, apoyando y alentando, eres un AUTÉNTICO SOL!!!

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