lunes, 14 de mayo de 2018

Cuidarse para poder cuidar



Buenos días familia!

Hoy ha fluido que me pueda asomar por aquí y eso me llena enormemente.
El objetivo de la entrada de hoy era pasar a saludar y de nuevo, pedir disculpas por no estar más presente... algo que me piden muchísimo y que a mi, les doy mi palabra que me gustaría poder "regalarles".
La semana que viene estaré en casa, me tomo un descansito en mi trabajo diario en la consulta para someterme a una pequeña intervención. Voy a abandonar las gafas o voy a dejar de ser "gafotas", me opero la miopía!
Debuté con miopía a los 14 años, en plena adolescencia. Recuerdo que al principio, me resultaba divertido tener gafas, era algo nuevo que incluso me ilusionaba, pero fueron pasando los días, meses, etc y poco a poco me fui sintiendo más fea e incómoda y me las empecé a dejar de poner, aunque no viera ni "tres montados en un burro". Iba con los ojos a medio abrir modo "chinita" para todas partes, me saludaban de lejos y no sabía de quién se trataba hasta que no me acercaba. Me tachaban de "antipática" por no responder a los saludos, pero yo, aún así, no me las ponía. La miopía fue aumentado, como no podía ser de otra manera.
Con 21 años descubrí las lentes de contacto y GUAUUUUU, fueron mi salvación! Las usaba a diario de 07:00 de la mañana a 24:00 horas. Ya no era antipática porque saludaba efusivamente a todo el mundo. Mis ojos se abrieron de par en par, tanto es que mis amigas me comentaban que no se habían percatado antes de lo grandes que los tenía. Todo era perfecto para mi, lentillas en la calle durante todo el día y gafas sólo en casa justo antes de irme a la cama. Así estuve muchísimos años...
Hasta que mis ojos dijeron: BASTA guapita de cara!! Comencé a sentir mucha incomodidad al llevarlas, ojo seco, pequeñas úlceras, irritación... bienvenida a las gafas de nuevo y esta vez para siempre! Pasé a usar lentillas muy de vez en cuando y de las de un sólo uso.
Al principio me lo tuve que trabajar emocionante, parece una tontería pero este tipo de contratiempos afectan a nuestra autoestima... No me veía con gafas... no me encontraba! Elegí unas que más menos me favorecieran (me costó eh!) y con ellas llevo casi seis años. Ya son parte de mi... son parte de Vanessa, las gafotas de pasta marrón oscuras!
La cosa fue que me adapté tanto a ellas que ahora me pasa lo contrario, no me "gusto tanto" sin estas dos pantallas que me protegen y mañana me tengo que despedir, dándoles las gracias por su impecable servicio.
Tras estos cristales de 3,25 dioptrías (siempre pensé que tenía 4 y resulta que estaba sobre graduada!! ahora entiendo mis cefaleas esporádicas.) se esconden unos ojos, que tras seis años de gafas fijas, seis años de experiencias vitales inolvidables como el nacimiento de mis dos hijos pequeños con sus respectivos embarazos y puerperios, seis años donde han habido muchas lágrimas, miedos, carreras de fondo, crecimiento personal, aprendizajes, risas... sobre todo eso, muchas risas... unos ojos mucho más hundidos, con muchas más arrugas a su alrededor, pero espero que con el mismo brillo y las mismas ganas de seguir andando en este sendero que llamamos VIDA!
Mañana opero mis ojos y remiendo de nuevo mi  autoestima. Mañana decido cuidarme un poquito para seguir cuidando un muchito y aunque ya nadie, ni yo misma, esté adaptada a verme sin mis grandes amigas las lentes, me aceptaré tal y como soy y me querré sin taparme.
También por fin VERÉ de forma nítida, sobre todo al despertar por las mañanas y no será porque me dejé sin querer las lentillas puestas, como hacíamos mis amigas y yo (en nuestros viejos tiempos de no-madres!) , cuando llegábamos piripis de una fiesta!
Sé que será una experiencia maravillosa y que saldrá todo bien!
Desde aquí , quiero agradecerle a mi Florita (mi matamonstruos de la oftalmología) el que me haya asesorado, convencido y apoyado para dar el paso y que sus manos sean las que sujeten las mías mañana en quirófano. Es una crack!!

Les iré contando, si??

Millones de gracias por tanto cariño!

Vuestra Vanessa.